Nombres vikingos

¿Buscas un nombre que sea potente en la historia, original y antiguo? Nuestra selección de nombres Vikingos ha sido creada para ti. Estos nombres originales, que hacen referencia a la mitología nórdica, son generalmente una mezcla de religión y leyendas urbanas. En la cultura vikinga, es de gran importancia elegir el nombre de un niño. Similar a la cultura asiática, el nombre tendrá un impacto en el carácter y el futuro de la persona. Por ejemplo, era común que a un niño se le pusiera el nombre de uno de estos antepasados para darle las cualidades y personalidad de ese antepasado.

Los nombres de los vikingos datan del siglo VIII y provienen de países nórdicos como Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia. Conocidos por su excelencia militar y éxito comercial, los vikingos han tenido influencia en todos los rincones del mundo. Los Vikingos solo nombraban a los niños a partir del décimo día si estaban sanos. Este era un momento muy importante, tanto para el clan como para el niño, porque significó la integración final del niño en la familia. Muy religiosos, los vikingos también consideraban que, una vez nombrado el niño, le daba acceso a la herencia de sus antepasados.

Incluso hoy en día, las tradiciones vikingas siguen estando muy presentes en los países nórdicos, especialmente en Islandia. De hecho, era habitual que el nombre del padre se diera al niño como apellido. Los vikingos concedían gran importancia a la pertenencia a su clan. Por eso no había apellido. Los niños, a través de esta tradición, tenían un nombre compuesto por el sufijo -son para niños y -dottir para niñas. Además, los nombres de origen vikingo están sujetos a ciertas reglas. A menudo se componen de dos elementos, algunos de los cuales solo se pueden utilizar al principio del nombre y otros al final.

A menudo de tamaño medio, los nombres vikingos son apreciados por los españoles. Para las niñas, los nombres como Astrid, Erika o Ingrid son muy populares debido a su etimología y sonido francés. En cuanto a los nombres masculinos como Olaf o Gunter, son más raros verlos por cualquier rincón del país.